MI FAMILIA ESPAÑOLES

HOLA: La idea de crear este blog es para ayudar a los que necesiten buscar datos de sus familiares víctimas, desaparecidos, fusilados o muertos durante o despues de la guerra civil española.
Yo estuve buscando por muchos meses a los hermanos de mi abuelo José, que creímos desaparecidos en Algeciras en el año 1938, yá que la última noticia que habíamos tenido de ellos fué en esa época y les aseguro que cuando uno recién empieza a buscar no sabe por donde. Y realmente fueron muchas las horas que busqué en listados de internet distintos y eran tantos los enlaces que me perdía y yá no sabía si los había leido o no, por las dudas los volvía a leer y así pasaban los días, por eso pensé en hacer un blog que les pueda facilitar la tarea, yá que uno tiene mucha angustia y desesperación por la injusticia, por los seres queridos que ya no están y que uno no sabe que ha pasado con ellos y quiere recuperar el cuerpo, quizás todavía en una fosa o quién sabe donde. Además en este tiempo descubrí foros donde la gente se ayuda en la misma lucha y se dan fuerza para seguir adelante, vale la pena conocerlos, todo es sin interés solamente la justicia y que nuestros seres queridos descansen en paz. Gracias a Antonio G. que me incentivó para seguir y gracias al párroco de una iglesia y su ayudante pudimos encontrar a parte de nuestra familia, hermanos de mi abuelo fallecidos pero no a causa de la guerra civil e hijos de Salvador que están vivos.

ESPAÑA

18 jul 2009

UN NUEVO ANIVERSARIO

Hoy 18 de Julio mi corazón está con España y con todos los españoles que hoy recuerdan lo que pasó hace 73 años, hace 73 años de ésta guerra tan terrible que dejó tantas familias destruidas, tantas familias vacías de amor, tantas familias sin alma.

Dios mío te pido por favor que se haga justicia y que cada día seamos más los que luchamos y deseamos con toda nuestra alma recuperar la memoria de los nuestros, la memoria de cada uno de ellos que yá no está, y la memoria de todos los inocentes que se quedaron esperando a sus padres, madres, hijos, abuelos, abuelas, hermanas, esposos, y amigos que jamás regresaron, jamás volvimos a ver. Dios mío esta historia se tiene que cerrar, las heridas tienen que cicatrizar, nuestros muertos tienen que descansar en paz. Amén.

17 jul 2009

Fosa común de Milagros (Burgos)

Excavaciones de la fosa comun de victimas republicanas de la guerra civil en el pueblo de Milagros. REYES SEDANO

PÚBLICO.ES/AGENCIAS - Madrid / Burgos - 15/07/2009 12:40

Entre objetos como dos gafas, varias monedas, un lápiz o casquillos de bala de armas cortas y fusiles, los trabajos de exhumación iniciados esta semana por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) en la fosa de Milagros (Burgos) han permitido localizar, hasta el momento, 30 cuerpos de represaliados durante la Guerra Civil.

Los restos se encuentran en dos fosas paralelas de 13 metros de longitud. Los cuerpos fueron enterrados por grupos, en diferentes momentos y algunos casquillos de bala han sido hallado incrustados en la tierra sin remover, lo que identifica los tiros con los que fueron rematados los asesinados.

Según fuentes de la Asociación, entre los restos hallados podría haber un adolescente de 16 años fusilado que podría estar identificado, así como algún alcalde de los pueblos de la zona. Hasta el momento han sido contabilizados los primeros 30 cuerpos de civiles que pertenecían a organizaciones progresistas. Hay zonas donde han sido detectados dos y tres niveles de esqueletos, por lo que la ARMH calcula que el número definitivo podría alcanzar los 40.

Manos limpias tras los asesinatos

Las fosas de Milagros fueron abiertas durante los diez primeros días de septiembre del año 1936 y, junto a ellas, había una caseta de camineros, ya desaparecida tras la construcción de la antigua N-I, donde los Guardias Civiles y Falangistas que realizaron los asesinatos se lavaban después de perpetrarlos.

En los restos se busca al abogado Marino Vela Arroyo, quien fuera alumno de Antonio Machado

En la fosa se buscan vecinos de Aranda de Duero, Castrillo de la Vega, Fuentelcésped, Pardilla, Quemada, Vadocondes, Zazuar, posiblemente Santa Cruz de la Salceda, Gumiel de Mercado o San Juan del Monte y existen dudas sobre la posibilidad de que una docena de vecinos de Milagros pudiera estar también enterrada ahí.

Hay también mucha seguridad sobre la presencia de al menos un grupo de Riaza (Segovia) y otro de los Condemios en Guadalajara, ambos pueblos muy cercanos al frente republicano y que, con la escusa de ser trasladados detenidos a Aranda de Duero, eran fusilados poco antes de llegar. De Pardilla se busca al abogado Marino Vela Arroyo, quien fuera alumno de Antonio Machado.

De Víctor Jara a la Guerra Civil

La exhumación comenzó ayer, dirigida por el profesor de Medicina Forense de la Universidad del País Vasco Francisco Etxeberría, quien más exhumaciones de fosas de la represión franquista ha llevado a cabo hasta el momento y que recientemente estudió en Santiago de Chile los restos del cantante Víctor Jara, asesinado durante el régimen chileno de Pinochet.

Junto a Etxberría, el equipo de la exhumación está compuesto por una veintena de arqueólogos y antropólogos, algunos de lo cuales proceden de países como Chile, Canadá y Colombia.

Los dos investigadores que durante años han recogido testimonios para documentar la fosa, José Ignacio Casado y José María Rojas, estuvieron presentes en todo momento y pusieron la documentación a disposición de los arqueólogos e incluso a algunos familiares que se acercaron hasta el lugar para aportar información.

9 jul 2009

Fosa común en el cementerio de San Rafael, Málaga.-

nadaLa asociación Contra el Silencio y el Olvido ha logrado exhumar, en tres años de trabajo, los cuerpos de los represaliados entre 1937 y 1951 en el cementerio de San Rafael, en Málaga.
Público.es/RAÚL BOCANEGRA -
Málaga - 29/06/2009

Cuando los arqueólogos exhumaron la fosa 4 del cementerio malagueño de San Rafael en la que fueron enterrados en 1937 los restos de Vicente Córdoba, ayudante de zapatero, su hija Francisca, estaba allí, a pie de zanja. "Estaba puesto de laíto. Me cogí un huesecito y casi me caigo", recuerda con emoción, sentada a resguardo de mareos en el sillón de su casa, en la que desde hace poco vive de alquiler, porque la que tiene en propiedad, en un cuarto piso, no tiene ascensor y Paca, como la conoce todo el mundo, ya necesita usar bastón. Tiene ahora 77 años y una memoria de elefante, según Miguel, su marido.
Hasta ahora, el cuerpo de su padre, Vicente, es el único identificado de los 2.700 que han exhumado, según el equipo de arqueólogos, dirigido por Sebastián Fernández, decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Málaga. La fosa malagueña es la mayor en la que se trabaja desde la II Guerra Mundial. Ahora tratarán de ponerle nombres y apellidos con pruebas de ADN a los cuerpos encontrados tras tres años de excavación.
El cuerpo hallado en la fosa 4 medía 1,57 metros, y Paca es bajita; llevaba zapatos de calidad, y él trabajaba para un zapatero, y se encontró donde Paca decía que iba a estar, en el lugar que le había dicho el sepulturero conocido de Vicente a su tía, la misma tarde de julio del 37 que lo enterró. José Alberto Fernández, uno de los miembros del equipo que trabaja en la fosa afirma con prudencia que los indicios indican que el cuerpo es el de Vicente Córdoba, pero advierte que no hay certeza absoluta.
Contra el problema de las identificaciones, la asociación Contra el Silencio y el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica, encargada de la exhumación, prepara a partir de septiembre, para rematar un trabajo ejemplar, pruebas de ADN a todos los familiares de represaliados que quedan vivos, que son centenares. En enero, prevén también comenzar a hacérselas a todos los cadáveres.
Los expertos alertan: identificar por el ADN será muy complicado
El 21 de julio de 1937 Málaga ya estaba dominada por las tropas franquistas. Paca era una niña de 5 años y había ido con su madre a llevar comida en una lata a un hombre "muy bajito, muy rubio, muy enamoradizo", su padre, Vicentea la sazón de 37 años, que estaba preso "por haber piropeado a una mujer". Iban un día sí y otro no. La madre tenía que atender a cuatro hijos. En la puerta de la cárcel de Málaga dejaron, como era costumbre desde hacía tres meses, la lata, a la que habían amarrado, como hacían siempre, un cartel con el nombre: Vicente Córdoba. Y, como habitualmente, esperaron a que alguien saliera para hacer el intercambio de latas. Pero el 21 de julio de 1937 nadie fue.
"Y ya dieron las tres. Y mi madre, nerviosa, preguntó. A ese de madrugá se lo llevaron a la tapia, le dijeron. Mi madre cayó al suelo, junto a mí y la lata. Nos sacaron, mi madre llorando conmigo. Estuvimos un rato en un descampado, yo lloraba de ver llorar a mi madre. Cuando se repuso fuimos a casa", rememora Paca. En el sillón deja salir un hondo suspiro, la mirada lejana, con la lata grabada en los ojos marrones.
Pruebas a cientos de familias

Las pruebas de ADN las hacen porque las tienen que hacer. Dentro de unos años no quedará nadie vivo y será imposible ni siquiera tratar de poner nombres y apellidos a los cuerpos. Sin embargo, no confían en el éxito. No quieren dar falsas esperanzas a nadie. Antonio Somoza, pieza clave en la exhumación, recuerda el caso de los conocidos como los 13 de Priaranza exhumados el 28 de octubre de 2000, en Priaranza del Bierzo (León) cuando se logró la primera identificación por ADN (la del abuelo de Emilio Silva, presidente de la ARMH), pero donde no se pudo identificar a todos. Y eran sólo 13.
Se han encontrado restos de niños que murieron enfermos sin cuidados
Las técnicas han mejorado, pero la cal viva que arrojaron los franquistas sobre la fosa y los 70 años de enterramiento han deteriorado los restos. Por ello, el ADN se extraerá preferentemente de la dentadura, donde ha quedado más protegido, aseguran los arqueólogos. Los expertos recuerdan, como un mensaje a las familias, que no deben hacerse ilusiones, que serán difíciles las identificaciones.
Un cráneo semienterrado con un tajo limpio en la frente preside la entrada al llamado Patio Civil del camposanto. Está protegido por una carpa, debajo de la que se afanan los arqueólogos. Al fondo, hay esqueletos amontonados, tirados de cualquier manera, los brazos sujetos con alambre, hay que detenerse para saber a quién pertenece ese fémur o aquel cráneo. Un botón, un anillo, suelas de zapato emergen de la tierra removida como testimonio mudo de la barbarie. "Es duro porque esto está vivo aún. Los familiares están aquí. Todos los días viene alguien y te emocionan", afirma José Alberto Fernández.
La mujer de un rojo

El patio civil es el noveno lugar en el que excavan y el único que lleva un nombre. Al resto, los arqueólogos los han calificado con números. De la fosa 1 han exhumado 251 cuerpos; de la fosa 2, fueron 225; de la fosa 3, extrajeron 177 cadáveres; en la 4, donde estaba Vicente Córdoba, pudieron encontrar 278 restos; de la 5, sacaron 206; de la 6, la cifra llegó a los 210; en la 7 hallaron 150 cuerpos y en el sector 8, se toparon con 21 fosas, zanjas de 2,5 por 2,5 metros en los que había unos 50 hombres en cada una de ellas. Más de mil en total. "En vez de una fosa grande, hicieron zanjas y apilaron los cuerpos", dice José Alberto Fernández.
"La represión franquista para ellas fue distinta. Quedaban marcadas. Era la mujer de un rojo"
De los 2.700 cuerpos sólo el 4% pertenece a mujeres. "La represión franquista para ellas fue distinta. Quedaban marcadas. Era la mujer de un rojo", afirma Raquel Zugasti, historiadora que ha participado en la elaboración del mapa de fosas en la provincia de Málaga. También se han encontrado restos de niños, pero los investigadores no creen que fueran fusilados no han encontrado señales de violencia, sino que eran de barrios pobres y cuando se morían desnutridos, enfermos, sin cuidados las familias no tenían recursos para un entierro. Entonces, las autoridades se deshacían de ellos.
El trabajo de los arqueólogos es exhaustivo. Conservan datos detallados de cada uno de los cadáveres, cuidadosamente catalogan en fichas la posición del cuerpo, los objetos encontrados, toda la información útil. En unos barracones, utilizados al mismo tiempo como despacho y almacén, descansa la memoria del desastre: en cajas de madera amontonadas y clasificadas están los esqueletos rotos por 14 años de matanza. Hasta el año 1951, se fusiló en la tapia del camposanto de San Rafael. Se encontraron no sólo balas de máuser, sino también de Parravicino-Carcano, el rifle del ejército italiano, y casquillos de ametralladora. Cuando había que matar a muchos: tac, tac, tac, al bulto, tac, tac, tac. A la zanja.
Después de 72 años, Vicente y los 2.700 encontrarán en breve un entierro digno.
El ayuntamiento del PP financia el trabajo


Colaboración. Unicaja y la universidad
La exhumación ha podido llevarse a cabo gracias a la colaboración de las administraciones, gobernadas por socialistas (Gobierno y Junta) y conservadores (Ayuntamiento). Unicaja y la Universidad de Málaga también colaboran.
Un parque. Habrá un monumento
El cementerio dejó de utilizarse como tal en 1987. En 2002 se planteó la posibilidad de hacer un parque, a lo que se oponían los vecinos. El alcalde, Francisco de la Torre, que viene de UCD, se decantó por esperar. El parque se hará cuando acabe la exhumación con un monumento a las víctimas.

1 jul 2009

Fosa común de La Serna del Monte (Madrid)

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) abrirá hoy la primera fosa común de la Comunidad de Madrid en la localidad de La Serna del Monte, donde están enterrados los cuerpos de ocho hombres desde 1936.
El vicepresidente de la ARMH, Santiago Macías, que coordina los trabajos, ha explicado que el equipo ultima los detalles para disponer de una máquina que le permita remover la tierra en una zona de doscientos metros cuadrados, donde está el enterramiento.
Los ocho varones -cuatro hermanos de La Serna del Monte,image otro vecino del mismo municipio y otros tres de Braojos- con edades comprendidas entre los 18 y los 45 años están enterrados en la fosa común desde el 14 de agosto de 1936, según Macías. Todos ellos pertenecían al bando republicano y fueron represaliados por las tropas nacionales que controlaban la zona durante la Guerra Civil, ha precisado el vicepresidente de la ARMH.
Ha recordado que la recopilación de información para localizar esta fosa comenzó hace cinco años, cuando los primeros familiares de las víctimas se pusieron en contacto con la asociación, que también contó con los testimonios de vecinos de la zona.
La fosa común de La Serna será la primera que abrirá en la Comunidad de Madrid la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica que desde el año 2000 ha rescatado 1.600 cuerpos enterrados en 145 fosas en diferentes lugares de España.

Fosa común de Torresandino (Burgos)

Fulgencio Bombín, Rafael Hortiguela, Eulogio Gutiérrez, Pablo García, Afrodisio García y Eliseo García son los nombres de las seis primeras víctimas recuperadas. “Aquí yacen los restos de los mártires del año 1936”, reza una lápida en Torresandino. Muertos con nombre y apellidos, cuyo recuerdo es ahora compartido por todos y no sólo por el fango y las raíces.

Fosa común de Calañas (Huelva)

Los voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) que trabajan desde hoy en la exhumación de restos en una fosa común de Calañas (Huelva) han encontrado los primeros huesos de las 11 personas que se cree que están enterradas en la zona.
Así lo han explicado  fuentes de la ARMH, que han indicado que el equipo multidisciplinar que trabaja en la zona se encargará ahora de clasificar los huesos con la ayuda de una forense.
imageL as once personas que supuestamente están enterradas en la fosa fueron asesinadas el 13 de noviembre de 1937 a las puertas del cementerio de Calañas, y todas pertenecían a la vecina localidad de El Cerro del Andévalo.
La exhumación se está haciendo cuatro años después de que el vecino de El Cerro Francisco Javier González iniciase los primeros trámites.
González es biznieto de una de las personas enterradas en la fosa, y es uno de los familiares que han acudido al cementerio de Calañas durante la mañana, entre los que estaba Antonia Trigo, una anciana cuyo padre también está enterrado en la fosa.
También están allí los restos del padre de Agustín Serrano, que ha explicado a los periodistas que vive la jornada "emocionado, satisfecho y tranquilo, porque se logra parte de lo que hubiera deseado al principio, pero no habría que haber llegado a estos términos".
Los dos sabían desde siempre de la existencia de la fosa porque el sepulturero del cementerio se lo dijo a la familia poco después de enterrarlos, e inicialmente recorrían en burro los siete kilómetros que separan El Cerro de Calañas para visitar la tumba.
La Asociación ha terminado a las 14:00 horas la primera parte de los trabajos para continuar esta tarde, aunque durarán tres días.

Fosa común de Vadocondes (Burgos)

Un hombre siniestro, conocido por todos los vecinos de Aranda de Duero, que malvivió por sus remordimientos de conciencia durante toda su vida. Ese era el Blas, un temido falangista de Hontoria del Pinar (Burgos), que ajustició con su pistola a más de 100 represaliados por el franquismo al inicio de la Guerra Civil antes de alistarse en la Legión. Con la contienda acabada, paseaba a escondidas con una mano en el bolsillo sujetando su arma. Sabía el daño que había hecho y temía que alguien le matara en cualquier momento.
Ese fue el asesino de los cinco vecinos de Arauzo de Miel cuyos cuerpos fueron rescatados el pasado viernes por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Los testimonios orales de los familiares eran ciertos. En el km 7 de la carretera de Vadocondes a San Juan del Monte, apenas a 20 metros de la carretera. Ahí fueron enterrados. Un casquillo de bala fue lo primero que apareció.
Después, la tierra removida se tiñó más rojiza para avisar de que había materia orgánica. En el fondo aparecieron cinco esqueletos, hebillas y las suelas de goma de los zapatos que usaban los resineros en los años treinta. No había duda. Eran Julio Maroto, su hijo Román, Rogelio Tello y los hermanos Marcos y Salvador Parra Barrera.Los testimonios fueron recuperados por José María Rojas, un vecino de Aranda de Duero de 55 años, que es una auténtica enciclopedia viviente de la represión franquista. "Hay dos versiones de lo que ocurrió. Una dice que fueron señalados por tirar piedras a un paso de Semana Santa. La otra dice que eran muy reivindicativos en la fábrica de resina donde trabajaban y lideraron una revuelta el 1 de mayo. Esa teoría coincide con la hipótesis de que los que le encargaron a el Blas el paseo fueron
los hijos del patrón de la fábrica", detalla Rojas.

Fosa común de Gurb (Barcelona)

Un equipo de investigadores coordinados por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha identificado a cuatro soldados republicanos de Gavà que desaparecieron durante la Guerra Civil a partir de los restos humanos hallados en una fosa común de Gurb (Barcelona).
Los cuatro soldados, que murieron en Gurb en febrero de 1939, habían acudido allí en enero con la finalidad de defender la línea defensiva montada por las tropas republicanas en torno a esa población, a la cual las fuerzas franquistas acababan de llegar.
La localización de la fosa se conoce porque otros dos soldados sobrevivieron y comunicaron a sus familias el lugar exacto de la muerte de sus compañeros.
A partir de ese testimonio, y con el apoyo de los ayuntamientos de Gurb y Gavà, y del propietario del terreno donde se ubica la fosa, los familiares de aquellos soldados pidieron a la Generalitat que se exhumaran los cuerpos.
El gobierno catalán aceptó y decidió que el caso serviría para establecer un protocolo al respecto, ya que la ley catalana de fosas comunes, actualmente en tramitación en el Parlament, da derecho a familias o a entidades de recuperación de la memoria histórica a solicitar actuaciones de este tipo.
En rueda de prensa, la directora general de Memoria Democrática de la Generalitat, Maria Jesús Bono; la doctora y coordinadora de la actuación, Assumpció Malgosa, y la historiadora Queralt Solé han anunciado que entre los 13 restos exhumados en la fosa están los de aquellos cuatro soldados.
Los soldados murieron como consecuencia de lesiones "por arma de fuego"
Tras un exhaustivo estudio científico, han revelado que murieron como consecuencia de lesiones "por arma de fuego", probablemente en un contexto de batalla con las tropas franquistas.
Los restos de Joan Solé, uno de ellos, se han podido identificar a través del ADN, mientras que los de los restantes -Gabriel Ivern, Antoni Olivella y Josep Roig- han requerido de complejos estudios morfológicos para lograr su identificación.
Ahora la Generalitat entregará estos restos a las cuatro familias para que les puedan dar un entierro digno: tres de ellas los inhumarán en el cementerio de Gavà (Barcelona), mientras que la otra ha decidido enterrarlos junto a los restos de las otras nueve personas que se hallaron en aquella fosa y a las que no ha sido posible identificar.

Fosa común de Ponferrada

Los arqueólogos de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) han localizado en Ponferrada (León) una fosa común con los restos mortales de una mujer embarazada y de su hijo, que data de la Guerra Civil.
La Asociación ha explicado a través de un comunicado que en la fosa están sepultados Jerónima Blanco Oviedo, que tenía 22 años en el momento de su muerte y estaba en avanzado estado de gestación, y su hijo Fernando Cobo Blanco, de 3 años. Según la tesis de la ARMH, ambos fueron tiroteados por integrantes de la Falange el 23 de agosto de 1936 como represalia por la huida de Isaac Cabo Blanco, marido de Jerónima y padre de Fernando, que había dejado su domicilio desde el comienzo de la Guerra.
La ARMH completó la información respecto a lo ocurrido con la documentación del proceso judicial al que fue sometido Isaac Blanco después de su detención por las tropas franquistas, tras la caída del frente republicano en Asturias. Las represalias contra Blanco no se limitaron a la muerte de su mujer y su hijo, sino que también fueron asesinados dos de sus hermanos, Demetrio y Victorino, y su cuñado, Salvador, según los datos aportados por la Asociación.
La fosa está ubicada en el barrio ponferradino de Flores del Sil y el caso de Jerónima Blanco y su hijo es uno de los más recordados de la Guerra Civil en la ciudad, puesto que tras su asesinato fueron muchas las personas que pudieron ver los cuerpos de ambos antes de que fuesen sepultados.

Fosa común de La Robla

La ARMH exhuma los cadáveres de cuatro paseados en agosto de 1936 en el municipio de La Robla.
Se trata de cuatro hombres que fueron asesinados por un grupo de pistoleros de extrema derecha el 13 de agosto de 1936.

Diario de León/2-07-2008
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) procederá hoy a la búsqueda de la fosa común para posteriormente exhumar los cadáveres de cuatro hombres que fueron asesinados por un grupo de pistoleros de extrema derecha el 13 de agosto de 1936, en el paraje conocido como el Rabizo, cerca de la localidad leonesa de La Robla.
En el lugar fueron enterrados el secretario municipal de La Robla, Arsenio Fuertes González; el oficial de Secretaría, Bernardo Orejas García; el médico Isidro del Valle Díez y dos vecinos de la localidad, Domingo Gutiérrez Costilla y Amador Arias Arias. La información aportada por las familias ha permitido conocer las identidades de todas las víctimas y las características físicas de cada una de ellas. Estos datos facilitarán la identificación de los restos.
Los trabajos serán dirigidos por el arqueólogo Andrés Crespo y cuentan con el apoyo del Ministerio de Presidencia y la colaboración del Ayuntamiento de La Robla.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica finalizará mañana la exhumación.
Diario de León/A. G. Puente/
2-07-2008
Una pequeña excavadora comenzó ayer a mediodía a remover la tierra en el lugar donde los familiares de cinco represaliados sabían que estaban enterrados. En la carretera de León a La Robla -a la izquierda- donde comienza la masa boscosa que coforma el pinar de El Rabizo, a los pocos minutos de comenzar la excavación la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica halló ya evidencias de una primera fosa y, por la tarde, la máquina encontró la segunda: situadas a ambos lados de una piedra -a modo de monolito- que los familiares habían instalado allí para recordar a sus seres queridos.
El trabajo de la máquina cesó y comenzó la labor de los arqueólogos. En una de la fosas se descubrieron los cuerpos de tres personas y en la otra dos. Los restos no serán exhumados hasta que su complexión anatómica no sea reservada con el posicionamiento exacto en el que fueron enterrados. A este punto se llegará mañana jueves, tal y como ayer explicó a este periódico el vicepresidente de la asociación, Santiago Macías.
Una vez inhumados, los restos serán trasladados a San Sebastián, a la sede del Laboratorio de Medicina Legal de la Universidad Pública del País Vasco. Allí se realizarán las pruebas de ADN para comprobar la identidad exacta de cada uno. De todas formas, Macías aseguró que con frecuencia estas pruebas no son necesarias porque puede conocerse la identidad de un cuerpo por las explicaciones que han dado los familiares, como características físicas o el hallazgo de objetos personales.
Tras el trabajo del laboratorio, los cuerpos son entregados a los familiares, que en su momento pidieron a la asociación ayuda para recuperar estos restos.
En estas dos fosas están enterrados Arsenio Fuertes, secretario municipal de La Robla, Bernardo Orejas, oficial de secretaría, el médico Isidro del Valle y dos vecinos de la localidad: Domingo Gutiérrez Costilla y Amador Arias. Todos ellos fueron asesinados «extrajudicialmente» el 13 de agosto de 1936 -pocos días después del alzamiento nacional- por pistoleros de la Falange y miembros del ejército de Franco.
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